Contracción de la vesícula biliar en TC y ecografía secundaria a la preparación intestinal para colonoscopia.
Artículo original: Shin, Y., Kim, S.W., Kim, H.C. et al. Gallbladder contraction at CT and sonography secondary to bowel preparation for colonoscopy. Abdom Radiol 45, 161–167 (2020)
DOI: 10.1007/s00261-019-02345-0
Sociedad: Society of Abdominal Radiology
Palabras clave: gallbladder, colonoscopy, ultrasonography, tomography.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: US (Ultrasonidos), TC (Tomografía computerizada) RM (Resonancia magnética)
Línea editorial del número: El número de enero presenta cerca de cuarenta artículos de diversa temática, su gran mayoría en la modalidad de TC o RM. Uno de los artículos que destacamos está en relación con el uso de la radiómica en TC para la predicción de la recurrencia temprana del carcinoma hepatocelular, concluyendo que el uso combinado de modelo clínico y radiómico mejora la predicción de esta patología. Otro de los artículos que suscita gran interés compara el uso de elastografía en RM con US y el movimiento incoherente intravoxel para el estadiaje de fibrosis hepática. Finalmente también cabe destacar un estudio donde se analiza el uso del PIR (Priority iterative reconstruction) con el fin de disminuir la dosis en la TC abdominal multifase a costa de mermar algo la calidad final de la imagen.
Motivos para la selección: La coincidencia de la realización de ecografía o TC con una colonoscopia no es una situación excepcional. Conocer si este factor puede alterar el resultado de los estudios justificaría la necesidad de revisar los procedimientos y protocolos en la gestión de las programaciones con el fin de evitar la necesidad de reprogramar u ofrecer estudios con una calidad inferior. También resulta de interés conocer si existen variables que afecten a la mayor o menor distensión vesicular.
Resumen: Para observar correctamente la vesícula biliar tanto por TC como por ecografía es necesario que el paciente esté en ayunas. No obstante cuando coincide que el mismo día debe someterse a una colonoscopia y una TC o ecografía puede que la vesícula no esté suficientemente distendida debido a la preparación necesaria para la colonoscopia. En la realización del estudio dividieron los pacientes en dos grupos; uno con 123 sujetos que fueron sometidos a TC y colonoscopia el mismo día y que previamente se habían realizado una TC. De estos, 14 presentaban alteración de la vesícula biliar (pólipos, litiasis o engrosamiento de la pared). El otro grupo está compuesto por 89 sujetos (previamente rechazaron 4 por estar colecistectomizados). A todos se les hizo una ecografía el mismo día de la colonoscopia y a 32 se les había realizado anteriormente una ecografía sin coincidir con una colonoscopia.
Se midió el volumen de la vesícula biliar. En el caso de la TC mediante un programa a partir del contorneado de los diferentes cortes realizados por un radiólogo y para las ecografías utilizando la fórmula del elipsoide. Se analizó estadísticamente si existían diferencias significativas de los volúmenes vesiculares obtenidos con TC con o sin coincidencia con la colonoscopia, así como de las ecografías con y sin coincidencia de la colonoscopia. Respecto a la preparación, en el caso de la TC, fue la siguiente: 120 pacientes tomaron 3 litros de polietilenglicol la noche anterior y 1 litro la mañana del examen, otros dos con el preparado de polietilenglicol con ácido ascórbico y uno con picosulfato de sodio. La mayoría se realizó primero la TC y luego la colonoscopia, once realizaron primero la colonoscopia. Los tiempos entre ambas pruebas fue muy diferente según si se realizó primero la TC o la colonoscopia. Había una disminución del volumen de la vesícula de un 36% en el caso de la TC acompañado por la preparación del colon. El volumen disminuyó en 98 pacientes e incrementó en 25 pacientes. En 71 pacientes disminuyó más del 30% y más del 50% en 41 de los pacientes. No se hallaron diferencias significativas en el volumen entre los que en primer lugar se hacían la TC o la colonoscopia. El volumen de la vesícula disminuyó significativamente cuando se realizó el mismo día de la colonoscopia, tanto entre los que presentaban patología como en los que no. De 14 casos con patología vesicular detectadas en la TC ocho fueron visualizadas en las dos adquisiciones de TC; seis no fueron detectadas en la TC posterior (cinco adenomiatosis, y un pólipo), lo que significa que patología de la pared puede pasar desapercibida si la vesícula está contraída.
También disminuye el volumen vesicular en el caso de la ecografía cuando coincidía con la colonoscopia.
En resumen el estudio señala que el tamaño de la vesícula disminuye del 31,7 ± 15,4 al 20,3 ± 11,1 cm3 en las TC acompañadas de la preparación para colonoscopia, es decir que el volumen de la vesícula biliar disminuye un 36% cuando se hace el mismo día la TC y la colonoscopia. En una tercera parte de los pacientes esta disminución es mayor al 50% y en el caso de las ecografías disminuyó un 46.6% aunque no es tan exacto por utilizar la fórmula del elipsoide en vez del 3D en el cálculo. En un 20% de los casos no se pudo valorar la vesícula por tener un diámetro transverso menor a 1 cm. Por este motivo si la ecografía o la TC se hace el mismo día que la colonoscopia deberían repetirse las exploraciones.
El artículo hace referencia a la coincidencia de resultados en otras publicaciones con la administración de contraste oral o de agua, siendo de 35% al ingerir ½ litro de agua y de 22±31% ingiriendo 1 litro. En cambio en otro estudio, ingiriendo 250ml de agua y esperando de 10 a 30 minutos, no sucedía lo mismo.
El vaciado de la vesícula se produce por efectos neuronales y hormonales, participando la colecistoquinina que se activa independientemente del tipo de comida pero que requiere un mínimo de distensión gástrica. En el estudio se puede atribuir las diferencias del volumen vesicular a los diferentes intervalos que pasaron desde la preparación a la realización de la TC, además de las diferencias del ritmo intestinal. No se han realizado estudios para valorar el cambio de la vesícula a los 30 minutos en pacientes que han tomado 500ml de agua. Las limitaciones del estudio se refieren a aquellos casos desestimados por no existir TC previa, así como las limitaciones en la exactitud de las medidas tomadas tanto de la TC como la ecografía así como el hecho que la ecografía muestra medidas más pequeñas que la TC. Señala la necesidad de estudios con ultrasonidos con colonoscopia el mismo día para validar el efecto negativo en la detección de patología vesicular. También se indica que sólo se ha estudiado un tipo de preparación y podría analizarse los resultados con otra tipología de preparación.
Valoración Personal: El artículo presenta claramente la importancia de evitar la coincidencia de la preparación de la colonoscopia con una TC o ecografía. Pero además aporta un elemento importante en referencia a las variables de temporalidad y cantidad de líquido ingerido y el volumen obtenido. Considero que este trabajo hubiera sido de mayor interés científico si se hubiera hecho una división entre grupos que contemplase la cantidad ingerida y del tiempo transcurrido, para poder descubrir si se podría establecer unos tiempos y cantidades mínimos. Uno de los aspectos que no señala el estudio es el tiempo transcurrido entre los estudios, por lo que pudiera existir sesgo por la posibilidad de cambios en la posible patología.
Artur Roman Soler
Parc Taulí Hospital Universitari (Sabadell), TSIDMN