Imágenes en radiología forense: guía ilustrada sobre técnicas y protocolos de tomografía computarizada post mortem

24/12/2024

Artículo original: Flach PM, Gascho D, Schweitzer W, et al. Imaging in forensic radiology: an illustrated guide for postmortem computed tomography technique and protocols. Forensic Sci Med Pathol. 2014;10(4):583-606.

DOI: 10.1007/s12024-014-9555-6

Sociedad: American Association of Hip and Knee Surgeons

Palabras clave: Virtopsy, Postmortem computed tomography, PMCT, Protocol, Forensic imaging, Virtual autopsy.

Acrónimos empleados:

ATCPM: Angiografía por Tomografía Computarizada PostMortem

MIP: Maximun Intensity Proyection (Proyección de Máxima Intensidad)

MPR: Multiplanar Reconstruction (Reconstrucción Multiplanar)

TCPM: Tomografía Computarizada PostMortem

VR: Volume-Rendering (Reconstrucción volumétrica de superficie)

Línea editorial del número:  Esta revista explora todos los aspectos de la ciencia forense moderna, aplicándose tanto a niños como a adultos, ya sean vivos o fallecidos. Cubre temas relacionados con ciencia forense, medicina, enfermería y patología, así como toxicología, identificación humana, desastres masivos, fosas comunes, imágenes médicas, evaluación de heridas, agresión sexual, antropología, arqueología, búsqueda forense, entomología, botánica, biología, patología veterinaria y ADN. Forensic Science, Medicine and Pathology refleja los avances modernos a través de artículos revisados por pares, comunicaciones breves, actas de reuniones e informes de casos. Revista indexada en JCR con un factor de impacto 1.5 en el año 2023

Motivo para la selección:  Este artículo ejemplifica el enorme desarrollo potencial para los TSID más allá de las aplicaciones clínicas-hospitalarias convencionales donde hay un nicho de mercado laboral por desarrollar realizando trabajo colaborativo con otras disciplinas como la medicina forense y otras profesiones aliadas en el sistema judicial.

Resumen: El primer estudio de tomografía computarizada post mortem (TCPM) se realizó a finales de los años 70 en un caso de muerte por disparos en la cabeza. Desde entonces, esta nueva subespecialidad radiológica ha ido creciendo a lo largo del mundo, aunque no hay aún estándares ni protocolos claramente definidos, ya que las indicaciones en medicina forense suelen ser diferentes a las de la radiología clínica. Por ello, el propósito principal de este artículo es establecer métodos de obtención de imágenes de rutina mínimamente invasivos en el campo de la patología forense para complementar, o incluso obviar, las autopsias tradicionales. Cabe destacar que la dosis de radiación y observar el criterio ALARA no suponen un problema para el fallecido.

Los objetivos de la radiología forense son la detección de la causa de la muerte y generar conocimiento sobre las circunstancias del fallecido. Por ejemplo, las marcas del “líquido mortis interno” dependen de la posición en la que murió la persona y el tiempo que permaneció en dicha posición. Específicamente se busca identificar personas a través del escaneo dental, encontrar pistas de mala praxis médico-quirúrgica, reconstrucción de accidentes, embolias aéreas, reconstrucción de traumatismos con objetos contusos o cortantes, signos de intoxicación, etc. La TCPM permite diseccionar partes o áreas del cuerpo que no se disecan rutinariamente en las autopsias estándar. En algunos lugares, esta técnica podría ser la única modalidad de diagnóstico por imagen en este tipo de “pacientes” y podría ser utilizada como medio de triaje para reducir la gran cantidad de autopsias diarias al identificar los casos con posibles causas no naturales de muerte que sí indican una autopsia reglada posterior. 

En algunas partes del mundo, los familiares supervivientes podrían oponerse a las investigaciones post mortem, como las autopsias, por motivaciones religiosas o culturales, siendo estas técnicas de diagnóstico mediante TC una alternativa real.

Para todo ello, es necesario un trabajo de común acuerdo entre radiólogo forense y patólogo forense (y técnico de imagen). 

Viendo la heterogenicidad de los propósitos de la obtención de imágenes dentro del dominio de la TCPM forense, se hace necesario una imagen estandarizada y protocolos reproductibles. Los autores de este artículo profundizan en esta cuestión detallando algunas consideraciones técnicas como el diámetro del agujero del gantry, la longitud de barrido posible en el eje Z o el tiempo de sobrecalentamiento del tubo de rayos X, así como la posición del cuerpo, que en ocasiones debe permanecer en el interior del ataúd y los casos en los que es necesario  manipular el cuerpo y elevar los brazos para obtener imágenes del tronco sin artefactos, así como la introducción de medio de contraste que será propulsado por un equipo de circulación extracorpórea para delimitar el alcance de algunas lesiones que pueden llegar a esclarecer la causa de la muerte y sus circunstancias (técnica de ATCPM: Angiografía por tomografía computarizada postmortem).

El trabajo del técnico que realice la prueba debe considerar estos detalles técnicos (aquí no hay problemas de dosis de radiación) y conocer la manipulación del cuerpo. Por ejemplo, previo a un estudio que conlleve manipulación manual del cuerpo, es necesario verificar que se han realizado pruebas de ADN, si el caso lo requiere, para no contaminar con su propio material genético el escenario. También existen algunas consideraciones específicas en caso de cuerpos en estado de descomposición, multifragmentados o quemados. Posteriormente, la realización de reconstrucciones postproceso en todas sus modalidades (VR, MIP, MPR, endoscopia virtual, modificación de filtros de convolución, etc).

El artículo es rico en imágenes demostrativas y proporciona tablas con datos técnicos de exploración en las diferentes áreas intentando establecer protocolos reproducibles en otras partes del mundo para llegar a conseguir el objetivo inicial planteado en esta revisión. 

Finalmente, describe 4 puntos clave que son los siguientes:

  1. La obtención de imágenes post mortem es una nueva subespecialidad radiológica y, a diferencia de la radiología diagnóstica, aún no cuenta con estándares establecidos.
  2. La radiología clínica y post mortem difieren significativamente en varios aspectos: los parámetros de imagen se pueden ajustar para maximizar la calidad de la imagen y las indicaciones en medicina forense suelen ser diferentes de las de la radiología clínica.
  3. Los objetivos de la radiología forense son detectar la causa de la muerte y generar conocimiento sobre las circunstancias mortales del fallecido.
  4. Este artículo describe el enfoque principal para un protocolo estándar recomendado para imágenes transversales post mortem, centrándose en TCPM.

 

Valoración personal: El artículo describe de forma gráfica y explicación sencilla el alcance de la radiología forense y da “pistas” acerca de algunas cuestiones de interés a la hora de realizar estudios mediante Tomografía Computarizada a fallecidos. Abre un campo de enorme interés profesional a nuestro colectivo. Es llamativa la cantidad de referencias empleadas (88 referencias bibliográficas) lo que da una imagen de la profundidad de esta disciplina. 

 

Raquel Zanfaño Hidalgo

TSID, HU Puerta de Hierro – Majadahonda (Madrid)

markakely@yahoo.es