Utilidad de la línea orbitomeatal superior sin incluir los cristalinos en la exploración con diferentes voltajes del tubo en la TC craneal de pediatría
Artículo original: Masuda T, Funama Y, Nakaura T, Sato T, Kiguchi M, Oku T, et al. Utilidad de la línea orbitomeatal superior sin incluir los cristalinos en la exploración con diferentes voltajes del tubo en la TC craneal de pediatría. Radiología. 2024; 66(5):403-409.
DOI: https://doi.org/10.1016/j.rx.2023.02.006
Sociedad: Sociedad Española de Radiología Médica. @SERAM_RX
Palabras clave: tomografía computarizada, TC craneal, reducción de la dosis de radiación, TC pediátrica, cristalino.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: tomografía computarizada (TC), línea orbitomeatal (LOM), línea orbitomeatal superior (LOMS).
Línea editorial del número: Radiología es la revista oficial de la Sociedad Española de Radiología. Está indexada en Emerging Sources Citation Index, Medline, Scopus y EMBASE/Excerpta Médica. En junio de 2024, consiguió entrar en el Q3 con un factor de impacto de 1.1. En este número se presenta un estudio retrospectivo (2007-2018) que analiza las características radiológicas del carcinoma de intervalo y de cribado, así como un análisis comparativo para identificar las diferencias entre ambos. El objetivo es mejorar el diagnóstico y la detección de los cánceres de intervalo. Además, el estudio explora si la incorporación de la tomosíntesis en los programas de cribado de mama podría contribuir a reducir su incidencia.
Motivo para la selección: He elegido este artículo porque destaca la importancia del posicionamiento del paciente pediátrico durante un estudio de TC craneal. Me parece fundamental aportar evidencia que apoye cómo la correcta posición del paciente puede influir significativamente en la reducción de la dosis recibida.
Resumen: El uso de los estudios de tomografía computarizada (TC) a nivel poblacional ha aumentado en las últimas décadas de manera significativa. La TC de cráneo es la exploración más frecuente en pediatría. Esto ha generado preocupación por la exposición a radiación ionizante en cristalino, tiroides y glándulas mamarias, ya que además, existe evidencia científica de que el umbral para cataratas inducidas es muy bajo, incluso inexistente. Por ello, se recomienda minimizar la exposición en pediatría mediante técnicas como la modulación de dosis y el bajo kilovoltaje. Además, se debe tener en cuenta otro método de optimización de dosis: el posicionamiento del paciente. Nos encontramos con protocolos que incluyen el cristalino en el rango de examen (referencia: línea orbitomeatal, LOM) y los que no lo incluyen, (línea orbitomeatal superior o techo de órbita, LOMS). Este artículo plantea la hipótesis de que el protocolo LOMS es el más efectivo en la reducción de dosis. Para demostrarlo, se compararon valores dosimétricos en los cristalinos para ambos protocolos.
El estudio se realizó utilizando un escáner TC de 64 filas de detectores (Lightspeed de General Electric). Se utilizaron tres fantomas pediátricos, de recién nacido, niño de 1 año y niño de 5 años. El kilovoltaje aplicado fue de 80, 100 y 120 kVp. El miliamperaje fue 115, 140 y 185 mA para los maniquíes de recién nacido, niño de 1 año y niño de 5 años, respectivamente. La adquisición de la imagen se realizó con retroproyección filtrada y kernel estándar. El rango de examen, desde base del cráneo hasta vertex, se aplicó en los dos protocolos: LOM, que incluye los cristalinos y LOMS, que no incluye cristalinos.
Se insertó un dosímetro en el centro de la cabeza de los maniquíes, en la superficie de los cristalinos y en la glándula mamaria izquierda. Se registraron las medidas de dosis para cada protocolo (LOM y LOMS), que se aplicaron en los tres maniquíes y con los diferentes kilovoltajes (80, 100, 120 kV).
No se encontraron diferencias significativas entre ambos protocolos en los valores medidos en el centro de la cabeza, pero se evidenció que:
Dosis en los cristalinos: con el protocolo LOMS se redujeron las dosis en un 80% en todos los valores de kilovoltaje.
Dosis en la glándula mamaria: con el protocolo LOMS se redujeron en un 20% en todos los valores de kilovoltaje.
Aunque las exploraciones con bajo kilovoltaje (kV) reducen la dosis de radiación, los resultados mostraron que la reducción en la dosis de los cristalinos fue prácticamente equivalente para las diferentes tensiones del tubo aplicadas.
Se concluye destacando que el riesgo de cataratas es proporcional a la dosis de exposición. Por ello, es fundamental considerar la dosis de radiación que reciben los cristalinos en pacientes pediátricos. Los resultados de este estudio demostraron que, cuando la órbita se encuentra dentro del rango de examen, los cristalinos reciben entre 35 y 40 mGy, mientras que al mantenerla fuera del campo de exploración, la dosis se reduce a un rango de 5 a 9 mGy.
Valoración personal: Parece obvio, antes de leer los resultados de este estudio, sólo con la lectura de su título, llegar a la misma conclusión que sus investigadores. Aunque pueda parecer evidente que los cristalinos reciben una mayor dosis de radiación cuando las órbitas están dentro del campo de exploración, este tipo de investigaciones proporcionan datos cuantitativos que respaldan científicamente dicha afirmación.
Puntos fuertes: destacaría el método empleado, por la cantidad de mediciones que se realizaron y la rigurosidad en los procesos de calibración y verificación del dosímetro.
Puntos débiles: el estudio se realiza con fantomas, según indican los investigadores, se plantean confirmar los resultados en un estudio clínico. Por otro lado, se utilizó sólo un único modelo TC. Además, y bastante relevante, los protocolos se realizaron en modo secuencial (corte a corte) y con angulación craneal del gantry. Hoy en día es más habitual realizar la TC craneal en modo helicoidal.
Actualmente, los equipos de TC aplican el método iterativo en la reconstrucción de imágenes y técnicas de modulación de dosis para órganos radiosensibles como el cristalino. Sin embargo, debemos seguir el criterio ALARA, lo que exige no sólo utilizar la tecnología para reducir la dosis al paciente, sino también las mejores buenas prácticas durante el procedimiento TC.
Raquel Díaz-Marín
Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro (Burgos)
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